La revista Extrañas Noches publica mi texto «Dueño soy de mis pestañas», aquí abajo les comparto el enlace y de antemano… gracias por leer.
https://www.revistaextranasnoches.com/single-post/2020/06/15/Due%C3%B1o-soy-de-mis-pesta%C3%B1as
La revista Extrañas Noches publica mi texto «Dueño soy de mis pestañas», aquí abajo les comparto el enlace y de antemano… gracias por leer.
https://www.revistaextranasnoches.com/single-post/2020/06/15/Due%C3%B1o-soy-de-mis-pesta%C3%B1as
Mirar sobre el acantilado y anhelar la caída, el golpe fatal y fulminante, no temer el frío sobre la piel vulnerable ni la violencia del mar ni la ríspida roca, descarnarse con uñas y dientes los miedos aunque los sentimientos ardan y permitirse ser valiente en la tajante huida.
Esperar el azote del viento traspasando filoso esta carne ya muerta, donde solo habita un último deseo; tenue luz de una vela que se agota. ¿Si el colosal paisaje que entre llovizna de grises esconde cruel su horizonte inalcanzable? no temeré enfrentarme a su injusticia, no temeré pararme desafiante sobre esta orilla y mortal dejarme tragar por la vorágine… ¡Sacrificio! cordero de un Dios sordo, manco y mudo, te entrego en llamas este cuerpo envejecido.
Cubrirme quiero de la llamada libertad y coserme de ella una segunda piel.
Entonces…
Si me dejo caer venciendo resistencias ya sin el peso de mis huesos, sin esta piel que ya no siente, sin lo perverso de mi sombra, sin la vana liturgia de las almas; bozal de espíritus y carroña del tiempo, sin estas venas carentes de sangre; ríos desbordantes de mercurio y lodo, sin el hierro lacerante de mis cadenas ni la fractal composición de mis tormentos; si me dejo caer en pedazos sin la inútil carga de extranjeras utopías, de ambiciones ajenas; estrellas vacías de un firmamento extraterrenal e intocable que no se explica.
Si al final lo logro y me aferro a la ignota humanidad sobre este bestial instinto y muto en partículas de tierra y lluvia, si me libero de este cadáver putrefacto que ya no reconozco y que ya no me pertenece, solo entonces…
Muertos sean los miedos y muerte sobre muerte a mis fantasmas y muerte a la pesada vida anhelando la ligera muerte.
Texto inspirado en experiencias personales y el poema «Soy dueña del universo» de Guadalupe «Pita» Amor.
………….
Me gusta verme, admirarme, proyectar en mis tacones aspiraciones secretas, deseos de escenario y de brillante lentenjuela. Observo esta desnudez que en otros mundos no se me permite, pero que ahora es mía, mía de mi cuerpo y mis deseos, de los afectos de quienes yo pretenda, de mis miedos vencidos, de la seguridad que repentinamente poseo a través de mis caderas, los pasos de acero de mis piernas; y lo quiero todo, todo y a todos viéndome desde la pista, sintiéndome lejana y arrogante, déspota, segura, divina, absolutista, poderosa y audaz como una perra.
Y yo, como «Guadalupe Teresa Amor Schmidtlein» dueño soy de mis pestañas…
Como dueño de las ansiedades que me desvisten y revisten cada noche de bruma, de espejismos y espectáculo. Me maquillo para Afrodita volviéndome vitral de mis obsesiones y en cada entalle, en cada transparencia del vestuario… mis libertades. Entonces me descarno este traje de niño/niña decente, maloliente y me vuelvo puta. Porque de las putas es el reino de los cielos al que aspira mi entrepierna, este sexo que nocturno brota como flor de Nochebuena.
Y yo, como «Pita, mi Pitita» dueño soy del universo…
Y de los astros y los soles que me invento, dueño soy del firmamento de luces esta noche, que de un centro nocturno brotan mundos paralelos; bullentes, como en el principio de los tiempos y de los hombres y las religiones, del pecado original y la virtud ignota, del ángel caído que acaricia mis intenciones y las vuelve lumbre, mis manos de lumbre, mis cabellos y mis ojos y mis labios que escupen lumbre. Me deshago, me desconozco y me seduzco; este espejo de camerino que se ríe a carcajadas y me hechiza con su maldito reflejo.
Y yo, como «Guadalupe «Pita» Amor» me vuelto otro(a)
Me transformo, quimera de mis pasiones, de mis lujurias, de esta vasta inteligencia de bruja que me vuelve pitonisa de mi propio destino, y adelantada a los tiempos, en tácito pacto con mis infiernos sentencio libertad. Libre el albedrío, libres mis pezones y mis muslos, libres mis movimientos de hombre/mujer/dragón/serpiente, libres mis intimas perversiones de chacal, de hiena, de gata. Esta hambre de hombre, de triunfo y de furtivas miradas. Esta ansiedad de belleza inusitada al amparo de la luna, de oscura vanidad y ambición de discoteca. Este soy yo en mis noches de travestismo, de eterna dragola diva y de la más lúcida de mis verdades.
Dueño —solo esta noche— soy de mí.
Por mi ventana entra ésta tarde, y la otra de ayer y todas las que caben a través de los ojos de mi casa, donde lánguida se posa su blancuzca luz de ocaso, serena.
No entran las noches sigilosas ni las mañanas completas porque entreabiertas las persianas las hacen gotear, de a poquitos, filtrando una vastedad de espejos y prismas.
No entran nocturnas nieblas ni matinales vacíos en esta casa hecha para historias carentes de finales y principios, porque de tardes está hecho el presente, de cuervos trinos su lírica en tenue luz, rojiza plenitud de un sol que sueña despierto.
Cae dorada la brasa sobre el ventanal de entre mis cuencas, y escribo con la mirada fija a todos sus afueras; observando levitar fantasmales transeúntes cual asteroides en elípticas órbitas de un espacio-tiempo austral, constantes y repetidos de paradojas, en espejismos sus muchas vidas que resultan una contada mil veces en acertijos, pero vividas tan ignotas como las ilusas gotas de lluvia atrapadas anochecidas sobre el cristal.
Y otra vez, vuelve una luz-canto de ave murmurando otro relato.
Por mi ventana entra áurea la poética belleza del mundo, y en su silueta de tarde, atrapada, titubeante, me entrega todo su rosáceo esplendor.
……..
Un feliz Día de las Madres a todos.
…..
Te dije lo que tenía que decirte pero sin aproximarte a la verdad porque no puedo, ¿Cómo explicarte con mis memorias, mis pensamientos, mis múltiples infancias, mis fantasmas y tristezas todo esto que guardo, que yo mismo me sigo explicando?
¿Cómo narrar en nuestro lenguaje los miedos y glorias que te perdiste?
Me he preguntado muchas veces si algún día me conocerás como yo hubiese deseado, si alcanzarías a ver desde tu espejo mi reflejo, aunque la respuesta la tengo ya. Entonces, solo me resta llenarme de ti cuando te abrazo e imaginarme que fuiste la que necesité, y así quererte incluso un poco más de lo que ya te amo.
Aunque deje en el tintero la otra mitad de mí.
Un feliz Día del Niño a todos.
Si tu supieras todo lo que la vida te depara en el mañana, mi querido niño, te pondrías triste. Porque no existen las aventuras por el mundo como las imaginaste, ni todas esas riquezas que ambicionaste o la tan ansiada fama con la que ahora sueñas justo antes de dormir ¿Cómo explicarte que la felicidad ¡ha, mi pequeño! se aprecia tan diferente desde aquí, éste rincón extraño llamado futuro? Pero, no te pongas triste, por que a cambio —tienes que saber y espero pongas atención— el futuro resulta en sí mismo como las fantasías de tus cuentos a los que aludes inverosímiles significados, o como esos poemas que relees neciamente aunque aún no del todo los entiendas. El futuro si te sorprenderá, y mucho, pero de forma inesperada. Otras serán tus aventuras y de otros valores tus riquezas. Gozarás una felicidad que, no sé si sea mejor de la que imaginamos, pero será real.
Ya no te preocupes tanto —he aquí un secreto— y disfruta de ser quien eres; no te de miedo ver dentro de tí, de esa cabeza que todo lo piensa en preguntas, la mayoría sin respuesta; constrúyete fuerte —como tus dinosaurios— para ese futuro especial que te aguarda, que no será fácil pero si completamente tuyo.
Ya no busques más donde no encontrarás nada, mi niño y busca donde sabes que se esconde tu sonrisa.
El futuro -según noticias del Olimpo- no será nunca más predecible. Es incierto -anuncian fósiles del siglo XX-, inestable, inseguro, perverso, arrogante, narcisista, nebuloso y mortal. El futuro sigue ahora el sinuoso camino de la serpiente, pero sin dejar huella. Mágico, impaciente, confuso, hiperbólico, surrealista, rayando en la fantasía, la mítica, se mejora día tras día -sugieren los posmodernos-, avanza y retrocede. Es la realidad divisada a través de cortinas de pequeños espejos, de lentejuelas, de simple humo. El futuro ahora se diluye en verso libre, en la lírica de sus acciones… se vuelve ficción.
El relato no ha muerto – auguran los entusiastas-, solo nos falta memoria.
…..
Los cuerpos se entrelazan ignorantes de su naturaleza asesina, inocentes de su genetica rabiosa, de la perversidad que los impulsa a transmutarse en lo salvaje atravesando lo salvaje. Yo… como uno de esos cuerpos; me declaro no culpable. Y si es que gano la batalla, si logro descuartizar con garras y dientes la otra humanidad, me declaro no culpable de sentir placer, en el hermoso e infame acto de constricción.
…..
y tímidas se alimentan pero no cesan, lo devoran todo y todo nunca es suficiente, quieren más.
Por mi boca fluyen sonoras, lo cambian todo cual prosa dorada de letras que destellan, pero nunca las escuches de mas… huye! escóndete! ellas mienten, un mundo sin estructura no puede ser real.